Tiene sus zapatos, su uniforme, su manta, su botella de agua, todo lo que necesitaba era la botella, que pronto otra persona le ofrecerá generosamente. Con prisa para probarlo, este nuevo soldado pasivo ni siquiera espera a estar en su habitación para probar el dispositivo. Bajo la mirada atónita del buque cisterna que les acaba de proporcionar el equipo, los dos reclutas se lanzan a una improvisada llamada de atención. Habría sido muy difícil para el espectador no participar en la acción, sabiendo que llegó al cuartel hace más de tres meses, tres meses durante los cuales no ha podido practicar nada. Así que el dúo se convierte en un trío caliente de jóvenes, sin pelo, tipos TBM... y el tipo pasivo termina con una cola en el disco, otra en la parte posterior de su garganta. ¡Qué kiff!