Un criado blanco, pequeño, joven y liso, está a cuatro patas lavando el suelo de una cocina. Su colega negro llega y no puede resistirse al culito blanco que se contonea delante de él. Saca su gran polla y se la da al chico, pero entonces llega su joven jefe sádico. Se une a ellos y les dicta lo que tienen que hacer. ¡El culo del chico es utilizado, penetrado con los dedos, casi con el puño, follado por una polla y un pepino! Todo está permitido...