Un gigante, construido como un dios griego, se topa con un lindo y pequeño brillo cerca de una estación de metro. Los dos se miran y empiezan a charlar. En poco tiempo terminan en un lugar tranquilo y empiezan a jugar. Desafortunadamente no están solos... un tercer tipo ya estaba allí. Sin más demora, la sesión de uno contra uno se convierte en un divertido trío. ¡Tres grandes pollas y tres cargas calientes para su placer!