Un joven tío bueno está esperando en una habitación, liándose un cigarrillo. Quiere que le chupen la polla. Su amigo sale en busca de una boca dispuesta. Cuando la puerta se abre, su amigo empuja a un deportista con los ojos vendados y atado. El pobre tipo no tiene otra opción que someterse a la voluntad viciosa de su tripers. Le follan la cara una y otra vez mientras le abren el culo con unos dedos invasores... ¿Qué pasa después? ¡Mira esto!