Algunos latinos juegan a las cartas cuando ven pasar a un lindo pardillo. Uno de ellos saca su polla y lo llama. El parpadeo parece estar ansioso por tener la carne en su boca y chupa ávidamente la pija gorda. Se vuelve muy popular con el resto de la pandilla cuando responde a cada llamada para chupar sus grandes pollas. Uno por uno les sirve, pero por supuesto ellos quieren más que su boca. ¡Tiene una gran tarea por delante!