En el banco, un par de jóvenes gamberros se tumban al sol, con las piernas abiertas y de lo más sexy. Sus insuficientes pantalones cortos apenas ocultan sus paquetes explosivos. Un joven turista con cara de ángel se deja seducir por estos jóvenes, pero le roban el maletín y huyen. En el subsuelo de un aparcamiento descubren que, en lugar de billetes de banco, el maletín sólo contiene consoladores, revistas porno y afrodisíacos.