Un panadero que lleva un enorme pastel choca con un chico en la calle. Ambos están cubiertos de crema batida. Por suerte, el panadero vive cerca e invita al chico a limpiar. Una vez en el dormitorio sin ropa, es obvio lo que el semental tiene en mente: ¡el trasero del chico le ayudará a preparar otra carga de crema! YUM!